Siendo las dos de la madrugada de este jueves, Nibaldo Guenuman junto a su cuñado se adentraron al rÃo Ñal de Huentemó, en la región de Los ...
Siendo las dos de la madrugada de este jueves, Nibaldo Guenuman junto a su cuñado se adentraron al rÃo Ñal de Huentemó, en la región de Los Lagos, debido a que su suegro se encontraba en estado crÃtico por lo que en ese entonces aún no estaba confirmado, covid-19. Para que recibiera ayuda médica tuvieron que trasladarlo en una balsa de plumavit hacia el otro lado del rÃo.
Nibaldo relató que sabÃan que su suegro estaba “resfriado”, sin embargo, se preocuparon cuando el miércoles él dejó de contestarle los mensajes y se desconectó de las redes sociales. A las 21:00 horas de ese dÃa, Nibaldo decidió visitarlo.
“Lo encontré en estado gravÃsimo”
“Llegué y estaba su cerco cerrado, la puerta cerrada por dentro y le toqué la puerta, las paredes y las ventanas, y sólo escuchaba respirar a alguien asà que me asuste, y empujé la puerta. Entré y lo encontré en estado gravÃsimo”, señaló el yerno del enfermo.
Frente al susto, dijo que intentó reanimarlo, darle agua y hablarle para que reaccionara, pero su suegro no lo reconoció. El hombre de entre 55 y 58 años sudaba exageradamente y su cuerpo estaba frÃo.
En ese momento, Nibaldo decide llamar a su cuñado y juntos contactan a los paramédicos, quienes llegaron dos horas más tarde al sector de Chonchi. De allà a su llegada a la ambulancia fue una travesÃa que duró horas, ya que la distancia entre la casa del enfermo y la ambulancia fue mucha, según Guenuman.
Resulta que la ambulancia llegó hasta cierto sector, de ahà los paramédicos tuvieron que caminar hasta la casa del contagiado, que queda en un cerro, y desde allÃ, todos en grupo cargar al hombre hasta el automóvil de salud, pasando por caminos de ripio y además, el rÃo.
“Cada cinco metros tenÃamos que parar porque es lejÃsimo, llegamos a una parte donde no podÃamos pasar por la marea y aparte Ãbamos cansados recién a medio camino… nos quedaba lo única opción: la balsa”, aseguró Nibaldo.
Con el agua hasta los hombros
Siendo ya de madrugada, los cuñados se lanzaron al rÃo, mientras que los paramédicos acomodaron al afectado en la balsa para trasladarlo hacia el otro lado, mojándose todos, incluso el enfermo. Los dos familiares nadaron y movieron la balsa en medio de la oscuridad, arriesgando su vida, no sólo por la marea alta, sino también porque sabÃan que su familiar podÃa estar contagiado de covid-19.
Llegaron a la orilla, los paramédicos caminaron en busca de la ambulancia y de nuevo los cuñados debieron empujar a su suegro para que los funcionarios de salud pudiesen recibirlo desde arriba y ubicarlo en el medio de transporte.
Un problema de años
“No es primera vez que ocurre (…) aquà donde vivimos es difÃcil poder transitar porque no hay camino, sólo costa del rÃo y altas mareas que son muy peligrosas para pasar”, sostuvo el vecino del sector y quien grabó la situación, Guillermo NaÃn.
En el lugar hay un puente peatonal que cayó para el terremoto, y si bien se empezó el “camino”, NaÃn indicó que la obra está abandonada desde hace 10 años.
En Huentemó viven 30 familias que en ciertas estaciones del año quedan aisladas debido a la ausencia de un puente y de un camino. La situación de la balsa de plumavit, no es excepcional, lamentablemente ya ha sido utilizada para emergencias similares.
¿Y las autoridades?
Frente a la pregunta de si han tenido apoyo de las autoridades el vecino manifestó: “¿De qué autoridades estamos hablando? Fueron elegidos por la misma gente que vive acá, algunos ya se han muerto, otros murieron ahogados…acá hay muchas historias pero nadie hace nada”
Por su parte, Nibaldo, quien hoy está realizando su cuarentena preventiva, detalló en que al lugar “llega una ronda médica, la cual se agradece pero no llega seguido, porque para el sector de Huentemó y otros hay una sola posta. En caso de emergencia se va a Chonchi y si es muy grave se deriva a Castro”.
En cuanto al afectado, “lo que se ha sabido es que está estable, todavÃa entubado y, gracias a Dios, reaccionando a los medicamentos. Pasó una noche no muy bien, se le subÃa y bajaba la fiebre y nada…vamos a ver cómo sigue reaccionando a los medicamentos, si es que tiene mejoras o puede llegar a decaer más”.
Ambos entrevistados enfatizaron en que hasta el momento ninguna autoridad, salvo personal de salud, se ha acercado a hablar con ellos de la situación en la localidad.